martes, 9 de marzo de 2010

miércoles, 3 de marzo de 2010

"CAMILA Y SU MAGIA"

Camila y su amiguito Nelson jugaban a hacer magia... Nelson rompía un papel
y después aparecía completo, Camila no sabia como Nelson podía hacer eso. Él se reía,había aprendido muchos trucos de magia con su tío que era un payaso. Después Nelson se puso un sombrero, contó hasta tres, se quito el sombrero y salio un pollito. Camila estaba maravillada. Ella también quería aprender a ser magia. Le dijo a su amigo, “yo quiero hacer magia como tú, me gusta, y quiero que tú me enseñes.”“Muy bien Camila, tratare de explicarte como se hace la magia, espero aprendas rápido como yo” “Claro Nelson, quiero aprender a hacer esos trucos que tú haces.”Nelson comenzó a explicarle lo poco que sabia, lo que le había enseñado su tío.

Camila le dijo a Nelson, “Creo que ya aprendí, quiero hacerte una magia a ti.
Quiero convertirte en un gallo.” “Eso no creo que lo puedas hacer – dijo Nelson-
creo que es muy difícil.” “¡Déjame tratar, quiero ver si lo puedo hacer!” “Esta bien – contesto Nelson- Si logras convertirme en gallo, entonces si sabes de magia” Camila tocó a Nelson, y dijo estas palabras, “Abra cadabra, que Nelson se convierta en un gallo y salga volando” En ese instante Nelson desapareció por unos
segundos y apareció convertido en un gallo rojo y blanco, que cantaba, “quiquiriquí” y entonces salio volando rápidamente. Camila estaba asustada y asombrada. No lo podía creer, pudo convertir a su amigo Nelson en un gallo, pero, ¿d ónde estaba su amigo? Se había ido volando lejos, muy lejos. Comenzó a llamarlo, tenía mucho miedo.
Su amigo Nelson ni contestaba, ni aparecía. Comenzó a llorar histéricamente.
Se fue corriendo a casa de su mamá, y le contó lo que había hecho con su amigo Nelson. “¿Pero como es posible Camila? ¿Cómo pudiste convertir a tu amigo en un gallo? ¿Dónde aprendiste a hacer algo así, tan peligroso?” “¡Nelson me enseño mamá, su tío es payaso y hace magia, Nelson aprendió con él! ¡Yo quiero que vuelva mamá, se fue volando, no quiero que le pase nada, si le ocurre algo todos vamos a llorar y a sufrir! “Nunca deben estar imitando las cosas que hacen los adultos, ellos están preparados para muchas cosas que ustedes los niños no pueden hacer. Ellos tienen experiencia y ustedes no, tienen que aprender a jugar juegos que no les pueda hacer daño ni perjudicar.
Camila lloraba mas, “¡mamá, yo no sabia que esto iba a pasar, era simplemente
un juego, una magia, nunca pensé que Nelson se convertiría en gallo de verdad!”
“¡Ayúdame mamá, por favor, no quiero que mi amigo Nelson sea un gallo!”

Salieron las dos para buscar a Nelson, “¡quiquiriquí, quiquiriquí, Nelson ven para aquí!” decía mamá. “¡Quiquiriquí, quiquiriquí, Nelson perdóname, no volveré a jugar así!” Decía llorando Camila. Pero Nelson no aparecía. Mamá y Camila se sentaron en la hierba, las dos lloraban, y le pedían a Dios que Nelson regresara. De tanto llorar se quedaron dormidas muy abrazaditas. De momento sintieron a alguien que les decía,¡”Despierten, despierten, se han quedado dormidas! Quiero irme para mi casa”. Camila y su mamá abrieron los ojos. ¡Que alegría, Nelson estaba ahí, frente a ellas,y no era un gallo, era un hermoso niño! Camila corrió hacia él y lo abrazo con mucha ternura, ¡”que bueno que volviste Nelson, pensé que ya nunca mas te volvería a ver! “¡Te prometo que nunca mas volveré a hacer magia, prefiero que otros lo hagan, yo solamente me divertiré, pero nunca mas te convertiré ni en gallo y menos en sapo!” La mamá de Camila, abrazo y beso a Nelson. “¿Dónde te metiste Nelson? ¿Para donde volaste?” “No se – dijo Nelson – solo me acuerdo que estaba bien cansado, me quede dormido, y desperté hace poco cerca de aquí. Estuve buscando a Camila, hasta que las encontré también durmiendo. Me tengo que ir a mi casa, mañana jugaremos mas.”
“Si- dijo Camila- pero no quiero volver a jugar a las magias, no me gustan. Quiero jugar a que tú eres un niño que va a la escuela y yo soy tu maestra” “Esta bien Camila, pero como a mi me gusta la magia, yo no seré un gallo, pero te haré magia para que me pongas buenas notas, porque quiero estudiar para ser payaso como mi tío.”
Camila y mamá sonrieron, se fueron camino a casa de Nelson. Camila estaba muy contenta con su amigo, porque ya no era un gallo, ya no cantaba “quiquiriquí” ahora volvía a hablar y a reír. Mamá se preguntaba, ¿seria verdad que Camila convirtió a Nelson en un gallo, o solo había sido una horrible pesadilla de las dos? Lo mas feliz que la hacia, era que Nelson había regresado como lo que era, un niño normal.



Fin.

Autora: Carmen L. Rosa

3 de Marzo de 2010.

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